A veces, uno solo se sugestiona, pero normalmente, puedes explicarte aquellas cosas que parecen paranormales.
Otras, simplemente tienes que contarlo, porque no entiendes qué pasó. Así que estas historias paranormales inexplicables tenían que ser compartidas, y eso hicieron estos 10 usuarios de Reddit.
1. Garabatos en las notas de mi teléfono
El fantasma de un niño vive en nuestra casa y nuestros invitados lo han visto. Alquilamos al propietario original y no hay ninguna historia mala, pero una docena de personas lo han visto caminando por las escaleras. Cuando dejo mi teléfono en el buró, por la noche, a menudo encuentro cientos de garabatos abiertos en las notas cuando me levanto.
2. ¿Cómo se llama ella?
Una noche, cuando mi hija tenía dos años y medio, estábamos solas en casa, jugando a nombrar a todos sus animales de peluche con nombres tontos antes de dormir. Le dimos nombre al último y ella pregunta: “¿Cómo se llama ella?”, le pregunté “¿Quién, cariño?, ya hemos nombrado a todos”. Entonces ella señaló la pared en blanco y dijo: “Esa niña”.
No sé si fue solo una imaginación hiperactiva o algo más. Lo único que sé es que me asustó tanto como para dormir con las luces encendidas durante las próximas semanas.
3. Música country
Vivía solo en una casa antigua, en el distrito histórico de Memphis. Con frecuencia me despertaba música country proveniente de la radio, en medio de la noche. No escucho música country y la radio tenía un sintonizador. Tenía que sintonizar mi estación para cambiar la de música country mientras me preparaba para ir a trabajar por la mañana.
4. No sabemos de dónde salió el vidrio
Una noche, mi madre oyó un ruido en la cocina, pero pensó que yo estaba despierto y había tirado algo. A la mañana siguiente, mi papá bajó las escaleras y pensó que había hielo en el piso de la cocina, pero él dijo que, después de verlo bien, el “hielo” no se estaba derritiendo. Eran fragmentos de vidrio. Limpiamos el vidrio que estaba en el piso, las encimeras e incluso debajo del borde de las encimeras a lo largo de la parte superior de algunos cajones y gabinetes. Era como si alguien hubiera lanzado un objeto de vidrio a la pared o algo así.
No teníamos idea de qué se trataba. El vidrio era demasiado grueso para ser de cualquiera de los jarrones o vasos o incluso de algunos tazones de la casa. Tuvimos una gran reunión familiar en la cocina tratando de descubrir qué sucedía y dónde vino vidrio. Todavía no tenemos idea.
5. Tuvimos que quitar el papel tapiz
Tengo recuerdos de cuando era niño en cierta casa. Varias cosas muy extrañas sucedieron ahí. No tengo una explicación lógica para ellas. Lo mejor forma que tengo para explicarlas lógicamente son las alucinaciones, pero nunca he experimentado nada fuera de ese hogar. La más extraña para mí tenía que ver con un nuevo papel tapiz. Tuvimos que cambiarlo. Tenía dinosaurios en él y yo veía a los dinosaurios marchando y matándose unos a otros. Esto sucedió durante las mismas horas, varias noches, hasta que lo quitamos.
Los objetos solían moverse y caerse por su cuenta. Un en particular era una mecedora. Cambiaba de posición y se mecía. Una noche, cuando mis abuelos se quedaron en la casa, me desperté y encontré a alguien que no conocía en la silla, que se veía extraño. Un animal de peluche caminó una vez. Me desperté con arañazos que parecían de uñas. Tal vez era solo mi cerebro infantil, pero no lo recuerdo de esa manera. Los rasguños fueron realmente extraños.
6. Una niña gritó en mi oído
Cuando vivía en Minnesota, iba mucho a la casa de mis amigos. Un día, estaba sentada en el sofá viendo la televisión y escuché a una niña gritando en mi oído derecho. Era como si estuviera gritando a todo pulmón, pero el volumen estaba bajo, por lo que no era el verdadero volumen de un grito. No había nada allí (obviamente), así que simplemente lo eliminé de mi mente.
Una semana más tarde, uno de mis amigos giró la cabeza y dijo: “Acabo de escuchar a una niña gritando”. Los dos sabíamos que no había nadie más en la casa. No oí gritar a la niña esa vez, pero tampoco lo hicieron los demás cuando me gritó a mí al oído. No creo que fuera mala, creo que estaba triste. Solitaria. Quería atención. Me sentí mal por no haber podido comunicarme con ella.
7. La ropa del closet estaba tirada
Estaba jugando a altas horas de la noche. Mi perro estaba conmigo y comenzó a ladrar hacia el cuarto oscuro. Cuando fui a verlo, pude oír el rasguño de unas uñas dentro del clóset de mi habitación. A medida que me acercaba, el rascado comenzó a disminuir. El sonido se detuvo cuando estaba justo en frente del armario. ¡CRASH! ¡Las cosas comenzaron a golpear el interior de la puerta del armario!
¡Salí corriendo! De ninguna manera iba a quedarme solo ahí. Pasaron 30 minutos y mi amigo vino a revisar el clóset conmigo. Abrí el clóset y encontré toda mi ropa y ganchos en el piso. Buscamos en cada pared y en el techo cualquier abertura secreta, pero no encontramos ninguna puerta secreta.
8. Los ganchos se agitaban
Antes de que mi padre y mi madrastra se casaran, cuando ella venía a la casa, los ganchos en el armario frontal se agitaban sin parar mientras ella estaba allí. La ropa estaba por todo el piso cuando ella se iba. Sacar los ganchos no servía de nada. Vaciamos el armario una vez, y la puerta se sacudió violentamente cuando mi madrastra se acercó.
9. Me hacía bromas
Estoy seguro de que había un fantasma que me estaba engañando. Una noche, estaba mirando televisión sentado en el sofá. Tenía una liga en la mano y la lancé a través de la habitación con un arco, detrás del televisor. Luego, de pronto, cae sobre mi cabeza. No había suficiente fuerza para que rebotara en las paredes. No tengo idea de cómo terminó en mi cabeza.
10. Una gran huella solitaria
Una vez, me estaba bañando, con la puerta cerrada, cuando escuché caer las persianas. Me asusté, así que recorrí la cortina de la regadera para investigar. Pensaba que mis hermanos estaban tratando de entrar y hacerme una broma o algo, así que levanto las persianas para mirar por la ventana. La ventana estaba completamente empañada desde el interior excepto por una gran huella solitaria. Tenía mucho miedo, pero me terminé de bañar y luego le conté a toda mi familia. Todos comparamos nuestras huellas con la de la ventana. Ninguna era tan grande.
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